Me acaban de mandar los enlaces de dos momentos de la madrugá correspondientes al transitar del paso de palio del Dulce Nombre. Dos marchas alegres de Pedro Morales ponen el compás al andar tranquilo de esta cuadrilla de costaleras que ha mostrado su mejor cara después de tres años de intentos contra la lluvia.
Se ha llevado a la Madre de Dios por las calles de nuestro pueblo con una elegancia, un mimo, una dulzura, un cariño, que el palio rebosaba arte por los dos costeros. Sabéis lo difícil que resulta llevar un paso de esas dimensiones, con ese peso, sin relevos y durante mas de cuatro horas.
Ahora, contemplando esas imágenes que en la madrugá se fijaron para siempre en mi retina, puedo decir con orgullo que por fin he visto un grupo unido, obediente, responsable y con un único fin, ELLA.
Disfrutad de estos minutos cofrades y contemplad lo que vivisteis bajo las trabajaderas, pues verdaderamente mereció la pena tanto sacrificio.