MARCHAS DE PALIO -I-

miércoles, 3 de abril de 2013

FRANCISCO MALO GUERRERO, IMAGINERO TORREÑO.

Francisco Malo Guerrero, Paco para los amigos, es un joven torreño, artista de nacimiento, imaginero como creador, y escultor en su formación académica -Licenciado en Bellas Artes-.

Dotado de ese don del que sólo unos pocos pueden gozar, Paco domina el dibujo y la escultura. Desde pequeño tenía sus arranques  de artista y la formación le hizo evolucionar, aprender y consagrarlo como lo que es, un IMAGINERO que refleja sus ideas y sus creencias de la forma que mejor sabe, modelando el barro y desbastando la madera.


Os mostramos primeramente una de sus mejores y más realistas obras, Cristo de la Flagelación. Aunque realizada en terracota, el acabado en policromía, su modelado y el trato de los volúmenes es impresionante, y el mensaje que transmite es ciertamente la Pasión de un hombre que clama al cielo para pedir el perdón y la redención de la humanidad. Una obra hiperrelista, con un correcto trato fisonómico.


Otra de sus grandes obras es el Cristo de Medinaceli, también realizado en terracota policromada. La dulzura del rostro de Jesús en el momento en que va a ser entregado, esa serenidad, esa boca entreabierta que parece decirnos algo ante tanto sufrimiento. Todo tratado con la belleza y la armonía que Paco suele poner en sus imágenes religiosas.


Entre la imaginería mariana caben destacar dos de sus obras, con sus diferentes estilos. Por una parte, María Santísima en su Soledad (ver cartel 2009 en barra lateral), más castellana,  que ha sido reconocida con el primer premio de la VII Bienal "Sebastián Santos Rojas". Representa el doloroso momento en que la Madre queda desconsolada, sedente al pie de la cruz, tras presenciar la crucifixión  de su Hijo. Por otra parte, la imagen de candelero de María Santísima del Rosario en sus misterios dolorosos -para el municipio de Cortegana (Huelva)-, excelente talla en cedro que nos acerca a la estética sevillana del siglo XVIII.


Para finalizar os presentamos su última obra, Cristo Resucitado, para la parroquia de Santa María de Torreperogil. Por fin es profeta en su tierra y además puede estar orgulloso de haber realizado una imagen en cedro real, original, distinta, donde un Jesucristo joven, victorioso, se alza a los cielos para proclamar la Gloria de Dios Padre.


Una breve reseña de este amigo, una joven promesa de la imaginería andaluza que se está haciendo realidad. Sus obras hablan por si solas, transmiten, infunden devoción. Seguro que dará mucho que hablar en un futuro próximo. Por ello le deseamos lo mejor en esta andadura por la escultura religiosa y que pronto veamos nuevas obras, fruto de su genialidad. Nuestro reconocimiento ya lo tiene.

Un abrazo, Paco.