Para
mí, Nuestro Padre Jesús Nazareno, desde pequeño mi vivencia hacia
él ha sido muy grande, no se puede medir con nada. No faltaba ni una
madrugada para ver su estación de penitencia, hiciera buen o mal
tiempo. Fue a partir del año 2011 cuando me planteaba en mis ratos
libres llevar a mi Nazareno sobre mis hombros, pero por una cosa u
otra, nunca llegaba ese ansiado momento. En el año 2012, antes de un
concierto en la Casa de la Cultura, recibí un WhatsApp que me
emocionó, ese mensaje era de mi gran amigo Juan Fernández Moraga,
comunicándome que el lunes subiera al ensayo de Nuestro Padre Jesús
Nazareno, pero por varias circunstancias ese año no pude salir…
Pero mi insistencia de querer acompañar a mi nazareno en su estación
de penitencia, fue a más en el año 2014 y fue en este año gracias
a muchas personas que pude salir acompañándolo por las calles de
Torreperogil en esta Madrugada.
Me
propusieron ser contraguía de él, pero no estaba muy conforme, pero
me decidí a serlo y al día de hoy no me he arrepiento de haberlo
sido y cuento con ansia los días de la Semana Santa 2015 para volver
acompañarlo. Los primeros ensayos, me notaba un poco raro, no sabía
cómo llamar, no sabía si lo estaba haciendo bien o mal, pero según
todos mis compañeros el día de la procesión me crecí. “La
Madrugada” del Viernes Santo llegó y gracias a Dios este año sin
riesgo de lluvia.
Eran alrededor de las una de la madrugada y estaba
ansioso de ponerme el traje para bajarme a la Parroquía Santa María
La Mayor, para estar cerca de él, para mirarlo… Mi madre decía
que estaba loco por querer bajarme tan temprano y yo me echaba a reír
porque no saben ustedes lo que se siente ir al lado del Cristo que
desde pequeño has estado con él, pero a partir de esta madrugada
todo iba a ser diferente. Alrededor de las 2:30-2:45 tras la salida
de su basílica de la Esperanza Macarena de Sevilla, empecé a
prepararme. No os imagináis la cantidad de nervios que tenía en
esos momentos, pero todos estos nervios se fueron, cuando pasados
unos treinta minutos estaba junto a él, junto a mi Nazareno, que
mirada tenía…
Las dos cuadrillas tanto la de Nuestro Padre Jesús
Nazareno, como la de María Santísima del Dulce Nombre, estábamos
ansiosos de salir, ya que después de tres años salíamos a las
calles de Torreperogil sin preocuparnos por el tiempo. Ambas
cuadrillas nos echábamos la foto de recuerdo de este gran año, y
todo cambió cuando las puertas del templo se abrieron. Y el momento
llegó, las puertas de nuestra parroquia se abrían sobre las 4:25 de
la madrugada, en la lonja de nuestra parroquia estaba todo el pueblo,
que maravilla… Tengo que confesar que en la primera “levantá”
se me pusieron los pelos de punta, y todo cambió, me metí de lleno
en el papel que por fortuna esta madrugada desempeñaba. Al principio
me costaba hablar pero cuando empecé a hacerlo todo cambió, estaba
diciendo lo que sentía, lo que debía de hacer para que Nuestro
Padre Jesús Nazareno se luciera en las calles de Torreperogil, y así
fue, se lució por el gran esfuerzo de todos, tanto del cuerpo de
capataces: Andrés, Rafa, Juan Alberto, Esteban y mío, como el
esfuerzo de los 40 costaleros que llevan sobre sus hombros a Nuestro
Padre Jesús Nazareno, y de qué manera se lució, como andaba…
Como todo lo bueno en la vida llega a su fin, y el acompañar a mi
Nazareno en esa bonita madrugada llegó a su fin. De igual manera,
que se me pusieron los pelos de punta a la hora de salir, se me
pusieron a la hora de entrada, era todo tan bonito…
Para
terminar me quedo con lo más precioso de esta Semana Santa 2014, que
ha sido poder acompañar de una forma más especial a Nuestro Padre
Jesús Nazareno, pero yo soy de esos que digo y pienso que a un
Cristo o a una Virgen no se le acompaña solo en su estación de
penitencia, sino que le tenemos que acompañar todo un año, para que
así cuando llegue el día de su estación de penitencia sea todo más
especial, pero si nos limitamos solo acompañarle el día de la
procesión, le aconsejo señores que no lo hagan. Como he dicho
anteriormente, estoy ansioso de que llegue la Semana Santa 2015,
esperemos que en esta próxima Semana Santa sea igual de buena
meteorológicamente hablando como la pasada. Para finalizar me
gustaría agradecer de una forma especial a varias personas que han
hecho mi sueño realidad: Juan Fernández, Rafa Morales, Juan
Francisco López y de una forma más especial a mi tío Andrés
Anguís. Gracias a todos por ayudarme y a enseñarme cosas nuevas de
este mundo. Muchas gracias de corazón.
Nos vemos en la próxima
Semana Santa. Un cordial saludo para todos.
Fdo.:
Juan María Sánchez Gallego