Pues si, hemos pasado otra semana santa igual a la de los últimos tres años, con la esperanza de poder hacer realidad la Madrugá Torreña y al final, el aire y el agua nos hicieron volver sobre nuestros pasos, nos despojaron de la ilusión. Será la voluntad de Dios...
Esta Hermandad podía presumir de haber salido durante veinte años seguidos sin incidencias meteorológicas, pero en los últimos diez años la mitad han sido de lluvia para la madrugá. ¡Qué le vamos a hacer!.
Aunque con retraso, al final se decidió salir. El aire no invitaba y la lluvia avisó, pero ambos pasos llegaron a estar en la calle Cristo Baja aunque fueran unos minutos. El paso de Jesús, nada más salir avanzó con dos marchas unos 100 metros, aunque hubo un momento de alivio ante la saeta. Después salió la Santísima Virgen, sin palio, y tras colocárselo en la puerta comenzó a abrirse paso entre los penitentes, el aire y la gente, a los sones de Esperanza Macarena. Sólo dío tiempo a eso, pues la lluvia, que volvió a sorprendernos, no cesaba y hubo que volver a retroceder esos 30 metros escasos que nos separaban de la parroquia. Por suerte el agua no duró mucho tiempo ni fue copiosa, mejor así, pero deslució la madrugá. Dejémoslo ahí, porque pudo ser peor.
Unas pocas chicotás en cada paso con algunas marchas procesionales: El Salvador, La Pasión o Injusta Condena, para acompañar al Señor, y Cristo en la Alcazaba, Esperanza Macarena o Dulce Nombre, para la Dolorosa.
Os dejamos un vídeo de N. P. Jesús Nazareno andando, rampa abajo, como suele hacerlo, como saben llevarlo sus costaleros, con ese sello particular que le hace más humano y más cercano a su pueblo.
