Las imágenes de Nuestros Sagrados Titulares son merecedoras de toda nuestra Veneración, merecen nuestro respeto pues se encuentran en lugar de Jesús o de María. Se reconoce que en ellas existe algo valioso para mi. La Veneración se dirige a lo que representa y nunca a lo material.
Jesus Sacramentado es el mismo Jesús Vivo y Glorioso. Jesucristo en el Sagrario es Adorado, allí está el Dios hecho Hombre, allí todos debemos arrodillarnos ante ÉL, en señal de Adoración al que vive entre nosotros y es Dios.
No confundamos Veneración con Adoración, pues si las imágenes nos ayudan a entender los misterios de Jesucristo, el Hijo de Dios, sólo la Eucaristia nos ofrece a Jesucristo, el Hijo de Dios Vivo, la prueba del Amor de Dios a los hombres y mujeres de este mundo.
Tened presente siempre que, al entrar a un Templo, sólo adoremos a Jesús Eucaristía en el Sagrario. Las imágenes son sólo para venerarlas, son intercesoras ante Dios por lo que representan.
Creo que ahora sabemos algo más para no confundirnos a la hora de ir a buscar a Dios, a Jesucristo el Hijo de Dios, que se quedó para siempre con nosotros en el Sagrario, en la Eucaristía.
