En el calendario litúrgico encontramos dos días dedicados a la CRUZ: el 3 de mayo -la Invención de la Cruz- y el 14 de septiembre -la Exaltación de la Santa Cruz-.
El 3 de mayo celebramos la invención de la Cruz, poniéndola en relación con el relato del hallazgo por Santa Elena de la auténtica Cruz de Cristo.
El 14 de septiembre se celebra la Exaltación o Triunfo de la Santa Cruz. En dicha veneración recordamos la muerte de Jesucristo y por ella la Salvación, nuestra Redención. Podíamos decir que lo mismo que la festividad del Corpus se correspondería con el Jueves Santo, la Exaltación de la Santa Cruz se corresponde con el Viernes Santo.
Podemos estar orgullos@s de llevar una cruz en el pecho, en la solapa, ... pues ante todo es una profesión de Fe, una forma más de testimoniar aquello en lo que creemos.
