Metidos en el segundo domingo de adviento y cuando parece que se da el pistoletazo de salida para la visita de los primeros belenes, el hecho de la Concepción del Hijo de Dios en María por obra del Espíritu Santo es la manifestación más hermosa de la Santísima Trinidad que unos padres pueden enseñar a sus hijos en este día.
María-Virgen, un gran ejemplo a seguir, por los que nos consideramos cristianos, como aceptación de la voluntad de Dios-Padre.
"He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra"
Qué mensaje más breve y cuánto contenido encierran estas palabras. Qué difícil nos resulta decir SI a tantas cosas, dar un paso adelante ante una llamada, ante una necesidad, ante una propuesta.
Ojalá en este tiempo de Esperanza seamos más valientes para decir SI a "las llamadas" de Dios.
