Leí hace un tiempo unas palabras que dijo Antonio Santiago, capataz de Sevilla, sobre el papel de los costaleros, y ciertamente que son para ponerle oído. Ahora que estamos inmersos en los ensayos que culminarán la Madrugá del Viernes Santo, os dejo algunas frases para que las “meditéis” relajadamente viendo, por ejemplo, un video cofrade; y ya me contaréis.
Decía Antonio sobre el mundillo costalero:
- «Hay muchos costaleros que se creen protagonistas y esto no es un deporte sacro; es pasear a Dios y a su Bendita Madre por las calles, es algo anónimo y colectivo».
- «No somos protagonistas, solo somos instrumentos de Dios, somos portadores de Dios y su Madre. Esos son los únicos verdaderos protagonistas».
- «En un ensayo saco a un costalero del paso para hablar y como quien no quiere la cosa mando a Ernesto que levante el paso, y cuando va andando le digo: ni tú vas debajo, ni yo voy delante, y eso va andando, así que nadie es imprescindible».
- «...Y la función del capataz es distribuir el peso del paso lo mejor posible».
- «Debajo de un paso hay que hacer un esfuerzo, pero no hay que morirse, y si hay que morirse, tiene que ser poco a poco y como yo diga», afirma.
Dejemos a un lado el lucimiento, el protagonismo, el alardear de si esta forma de llevar un paso es mejor que la otra, de si mi paso es mejor y más grande que el tuyo; todo eso son cosas más propias de aficionados que de cristianos.
Sigamos haciendo nuestro trabajo como ofrenda, como signo de gratitud a Dios, a través de las imágenes objeto de nuestra devoción. Todo lo demás sobra.
