He visto muchas salidas, con mayor o menor dificultad, pero una doble puerta salvada por un palio de rodillas desde el principio y sin parar, con más de dos minutos de trabajo, eso no la había visto nunca y creo que será irrepetible dentro de nuestra geografía.
Cuando las cosas se hacen bien son dignas de los mayores elogios, y el nuestro está aquí. Gracias a esta cuadrilla por el momento que nos ha regalado. Se nota que para ser costalero de este palio no basta con la afición, hay que tener devoción y sentimientos muy profundos para hacer un trabajo "tan fino" y elegante.