CUMPLIMOS UN AÑO.

Hace ya un año desde que comenzó nuestra andadura y con más de 6.300 visitas (para ser un blog local) es para sentir cierta alegría por lo que podamos ofrecer a nuestras cuadrillas de costaler@s y a todas las personas que nos siguen con cierta asiduidad.

Noticias nuestras, del pueblo, cofrades,... y sobre todo el sentir más profundo hacía las DOS IMÁGENES que veneramos.

Mientras podamos, seguiremos llenando este blog de páginas con sentimiento cofrade y cristiano, el que profesamos por Jesús Nazareno y por Mª Stma. del Dulce Nombre, el que manifestamos cada Madrugá de Viernes Santo por las calles de Torreperogil.

Gracias por vuestra acogida.

EL DULCE NOMBRE DE MARÍA.

Hoy celebramos la solemne festividad del Dulce Nombre de María.

El mejor regalo que podemos hacer a Nuestra Madre Celestial es intentar imitarla como modelo de vida cristiana, como modelo de todas aquellas virtudes que los apóstoles predicaron acerca de ELLA. 

En la Fe, en la disponibilidad ante el Altísimo y la plena entrega por Amor, podemos parecernos cada día un poco más a María.

En esa imitación a María, en la devoción a La Llena de Gracia, también estamos siguiendo a Jesucristo.

¡¡ FELICIDADES MADRE !!

* España fue la primera en solicitar y obtener de la Santa Sede (1513) autorización para celebrar la fiesta del Dulce Nombre.

S.S. el Papa Inocencio XI mandó que se celebrase en toda la cristiandad la Fiesta del Santísimo Nombre de María, en agradecimiento de la Victoria de Viena, alcanzada por la invocación de este Dulcísimo Nombre el 12 de septiembre de 1683.

El próximo año se cumple el 500 aniversario de esta devoción en España.

MISERICORDIA, MADRE Y PATRONA.

Hoy, 8 de septiembre, celebramos la Natividad de la Santísima Virgen María, y en nuestro pueblo coincide con la festividad de Nuestra Excelsa Patrona, Nuestra Señora de la Misericordia.

Bajo esta advocación de - Las Misericordias - veneramos a María Virgen como protectora del pueblo de Torreperogil.

Madre, que nunca falte tu intercesión ante el Altísimo para tus hijas e hijos que, con auténtico fervor, te veneran allá en tu Santuario o desde la distancia, pero que nunca se olvidan de ti.